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Saturday, September 19, 2015

Mi transcripción del documental en español "Río de Janeiro"

Hi! I've just finished transcribing this documentary in Spanish. Hope you like it!



RIO DE JANEIRO

La exuberancia del entorno natural de Brasil es aquello que más seduce al vistante que acude a esta país sudamericano. Desde las cataratas de Iguazú, las más espectaculares del mundo, a la majestuosidad de los ríos de Amazonas territorio habitado todavía habitado por tribus indígenas    La naturaleza es espléndida, vistosa y sobre todo opulenta.  Los imponente río y selvas de Brasil podrían pasar por ser la viva representación del paraíso perdido. El Corcovado, con su altísima estatua del Cristo Redentor, es una de las montañas de forma cónica que encuadran el escenario siempre cambiante de Río de Janeiro. Abajo en la costa se hace presente la cálida sensualidad tropical mientras que arriba en la montaña podemos gozar de la visión de una    extraordinaria. La clásica imagen del Rio de Janeiro está ligada a la playa de Copacabana en la costa atlántica. Una gran parte de Rio recorre la costa de la Bahía de  Guanabara  con los barrios de San Cristóbal, Centro, Santa Tereza, Flamengo y Botafogo. A lo largo de la costa atlántica se alinean Copacabana, Ipanema y Leblon. En el barrio de Maracaná, visitamos su legendario estadio deportivo. Llegamos al centro histórico donde surge la gigantesca y futurista catedral metropolitana. Una vez pasados los barrios de Lapa y Flamengo nos dirigimos hacia Botafogo. Continuando hacia el interior subimos a la cima del Corcovado, percibida por la figura del Cristo Redentor. La estatua de cemento armado tiene 30 metros de alto y fue inaugurada en 1922. Un pintoresco tren sube a la cima del Corcovado que se halla a 700 metros de altitud. Desde la gran estatua del Cristo Redentor, visible desde toda la ciudad, es posible identificar los distintos barrios del Río, sus playas y sus bosques como si estuviéramos frente a un gigantesco plano de la ciudad. Desde San Conrado se pasa a la playa de Leblon y al barrio de Ipanema. Más adelante se encuentra la gran mancha de arena blanca de Copacabana con su bahía apenas curvada. El Monte del Pan de Azúcar cierra a la playa de Botafogo mientras que el    se entre la Bahía de Guanabara  y el primer plano aparece en Flamengo y el Centro Histórico. La playa de Copacabana a la que se puede llegar fácilmente desde el Centro es una irresistible tentación para bañistas y amantes de bronceado. Cada día decenas de miles de cariocas, que así es cómo se llaman los habitantes del Río, llegan de todas partes de la ciudad para invadir la playa. Desde primera hora de la mañana, hay gente haciendo jogging en un ambiente que se sitúa a medio camino entre una feria   y un fluxo     . Recorriendo la Avenida Atlántica se llega al legendario Copacabana Palace. Otros hoteles famosos de Copacabana en primera línea del mar son el Othon Palace y el Rio Palace. Junto a este último se encuentra el centro comercial Cassino Atlántico. Vendedores de bebidas, toallas, sombreros y un sinfín de artículos se mezclan entre una multidud de bañistas de impresionante belleza. En la playa de Copacabana el color de la piel da la nota exotica a cuerpos esculturales. La Avenida Atlántica con sus aceras     diseñadas por el paisajista brasileño Burle Marx es el escaparate de la ciudad. En ella se    grandes hoteles y lujosos restaurantes. El Copacabana Palace es una leyenda y ya ha aparecido en muchas películas de Hollywood como sinónimo de Río. Hoy el gran palacio de la bahía sigue siendo uno de los hoteles más lujosos del mundo. El Cassino Atlántico en el paseo marítimo de Copacabana es el centro comercial más famoso de la ciudad. En sus tiendas de antigüedades y en sus galerías de arte se pueden hacer óptimas compras a precios interesantes y incluso el simple turista puede adquirir aquí originales souvenirs. Recorremos Copacabana por el interior siguiendo la Avenida de Nuestra Señora de Copacabana, llena de tiendas, mercados y locales de todo tipo. Al fondo cruzamos la Avenida Princesa Isabel donde se encuentra el Hotel Meridien y se incia el barrio de Leme. Paralela a la Avenida Atlántica, Nuestra Señora de Copacabana es el otro gran paseo de este barrio. El tráfico caótico de Río no influye al buen humor de los cariocas y no parece interferir demasiado en el ritmo relajado que se vive en Copacabana. En este paseo se agolfan mercadillos, locales nocturnos y galerías de arte. Esta galería expone exclusivamente esculturas y pinturas    brasileñas muy apreciadas hoy en día en el mercado internacional. La mezcla de diversos grupos étnicos que aparece reflejada en estas obras constituye un orgullo para Brasil cuya población es un  40 % de sangre mista. La eterna espera hasta el próximo Carnaval hace que en Rio haya siempre un sutil pero viva sensación de fiesta. En uno de los numerosos bares y cafés del paseo marítimo se puede hacer una parada para tomar algo y planificar la noche. Entre los malabaristas que cada vez utilizan trucos más ingeniosos para captar la atención y los grupos de bailarines en la playa, el día en Copacabana se hace noche. La Capoeira es un intermedio entre lucha y baile que requiere una especial habilidad en el uso de los pies como instrumento de ataque. La especialidad de los restaurantes brasileños es el impresionante surtido de carnes a la brasa llamado churrasco rodilla. Por fin en un mar de luces bajo el cierro
    empieza la larga noche musical de Río que se desarrolla a lo largo del perfecto arco que constituyen las bahías de la ciudad. Discotecas gigantescas, bares y locales nocturnos facilidad de relación y  sobre todo música hasta el amanecer. La noche de Río transcurre tumultuos   romantica según los gustos. Nos preguntamos cuándo  y cómo duermen los habitantes de Rio.    tras la larga noche de     pero implacablemente activos por la mañana para realizar sus ejercicios diarios en la playa. 


El estadio de Maracaná, el más grande del mundo, tiene 317 metros de largo, 279 de ancho y 32 de alto. Se proyectó para albergar 150 mil espectadores pero ha llegado a acoger a 200 mil conotación del mundial de futbol. El estadio de Maracaná, teatro de la alegre exuberancia de los seguidores cariocas, es famoso mundialmente por las acrobacias deportivas de los grandes jugadores brasileños. Entre de ellos debe ser el fútbol que ha jugado aqui destaca el  inolvidable pelea. Río es una ciudad larga y estrecha que serpentea a lo largo de la costa. Desde la playa de la Copacabana y trás una pequeña ensenada, se divisa la montaña aislada del Pan de Azúcar a cuya cima de 404 metros se puede llegar con un teleférico construido a principios del siglo pasado. Después de una subida de infarto, en la que quedamos suspendidos sobre la ciudad  llegamos al mirador desde donde se domina la costa de Copacabana y la Bahía de Botafogo. La red de metro de Río es bastante limitada considerando las dimensiones de la ciudad. Tiene 32 estaciones que están divididas en 2 líneas que suma un total de 35 kilómetros de vías. Desde Copacabana se toma la línea 1 en su primera estación, la de Siqueira Campos y se baja en el centro de la ciudad, en Cinelândia, el barrio de los cines y los teatros. 

Su centro, la Plaza Floriano, está dominado por el gran teatro municipal que recuerda a la opera de París. En este teatro han actuado entre otros, Michinksy y María Callas. El interior del teatro posee un fastuoso café cuya decoración está inspirada en la antigua Asiria. Se trata del Café do Teatro. En el aeropuerto Santos Dumont fue construido sobre la terra do Flamengo, un área verde que se extiende a lo largo de la playa de Flamengo. Domina a la bahía la Iglesia da Glória que fue construida en el siglo XVIII y que es una de las más importantes muestras de la arquitectura barroca en Brasil. El vasto Parque do Flamengo que Burle Marx proyectó en el aterro es un ejemplo logrado y muchas veces imitado de integración del urbanismo y la naturaleza. En el parque se puede visitar el pequeño museo dedicado a Carmen Miranda, la actriz que allá por los años 40 se convirtió en el prototipo del atractivo latinoamericano. La imagen de Carmen Miranda ya  indisociable de los monumentales sombreros repletos de frutas con los que bailaba endiabladas sambas. Pasado el Parque do Flamengo se llega a la pequeña bahía de Botafogo repleta de embarcaciones deportivas y dominada por el monte cónico del Pan de Azúcar. El mayor paisajista del mundo es Burle Marx que aquí vemos en su residencia. Sus obras que se pueden admirar sobre todo en Sudamérica son mundialmente conocidas. Su gran intuición ha sido la de dar valor a la naturaleza salvaje que tradicionalmente sólo se había considerado como algo abominado. Sus obras que integran las experiencias de los parques ingleses y las de los jardines japoneses dejan siempre espacio a la exuberancia de la flora tropical. También se puede atribuir a Burle Marx el uso de esquemas propios de arte abstracto en el proyecto de las espectaculares aceras de Copacabana. De los parterres de los parques de Río y de las terrazas con árboles de los rascacielos. Desde el monasterio del San Benito recorremos la avenida Rio Branco y llegamos a la Iglesia de Candelaria del siglo XIX. A pocas manzanas de distancia encontramos la Plaza 15 de Noviembre donde se halla el Palacio Imperial. La avenida Presidente Antônio Carlos conduce a la avenida Almirante Barroso y luego a la avenida República do Chile donde se encuentra la moderna catedral. La Iglesia de la Candelaria, con sus campanarios barrocos y su alta cúpula, es la más harmoniosa de Río. Todo el barrio, el más interesante del centro histórico desde el punto de vista arquitectónico, es una mezcla de viejos edificios cuidadosamente restaurados y de modernas estructuras de cristal y acero. Una de sus construcciones más orignales es el Edificio Telles del siglo XVIII abierto por un arco que comunica dos viejas calles. La Plaza 15 de Noviembre recientemente restaurada recuerda la fecha de la proclamación de la República de Brasil en 1889. Entre los edificios más significativos destaca el Palacio Imperial que fue la residencia del gobernador en el siglo XVIII y del rey de Portugal durante su exilio en Brasil a partir de 1808. La Catedral Metropolitana de San Sebastián en forma de cono truncado ocupa la parte central de una amplia plaza. La iglesia, una de la más grandes del mundo, tiene 63 metros de altura y un diámetro de 104 metros y puede acoger a hasta 20 mil fieles. Las imensas dimensiones de la iglesia requerieron incluso allanar una colina. Junto a ellas, se encuentra el característico edificio de Petrobras, la sociedad petrolífera de Brasil. Cuatro enormes vidrieras de color canalizan la luz hacia el interior de la iglesia creando un efecto parecido al de las catedrales góticas medievales. El centro de Río pierde rápidamente el aspecto de vieja ciudad europea para convertirse en algo más parecido a una metrópolis norteamericana. En los alrededores de  carioca, entre bajos edificios de la época colonial vale la pena hacer una parada en el Bar Luis, una cervecería con cocina típica alemana siempre ruidosa y llena de gente. En los años 30 y 40 era el concurrido punto de encuentro tanto de los artistas de Río como de un barrio pinto   surtido espíritus inquietos y    . Un decrépito y pintoresco tranvía abierto lleva del centro de Río a Santa Tereza, barrio residencial de moda a principios del siglo pasado y hoy medio abandonado por sus antiguos habitantes. El tranvía recorre el altísimo acueducto carioca que llevaba agua desde las vecina montañas hasta el corazón de la ciudad. Una vez pasados los arcos del acueducto el tranvía llamado "bondinho" sube tortuosamente hacia la colina de Santa Tereza donde visitamos un museo encantador, la Chácara do Céu. 
Nos podemos preguntar por qué muchos pasajeros viajan en las plataformas externas mientras en el interior del tranvía hay sitios libres. La respuesta es simple: sobre el estribo no se paga billete. Una de las maravillas de Santa Tereza es la Chácara do Céu (la Casita en el Cielo) que fue la residencia de un rico coleccionista y que hoy alberga un pequeño museo de arte moderno. La colección dedicada sobre todo al arte brasileño de di Cavalcanti y Cándido Portinari cuenta también con obras de impresionistas y postimpresionistas franceses. En el siglo XVIII cuando Río era el principal puerto del pais para el comercio de esclavos por estas empinadas subidas corrían africanos y índios que huían de sus amos.

Tras la última parada del tranvía exploramos el barrio de Lapa, uno de los más antiguos de Río. A este   de algunos edificios religiosos del siglo XVII, la mayor parte de las construcciones del centro datan del siglo XIX. Los viejos edificios conservan su gracia decadente, la cual se ven resaltada por los colores mediterráneos y los ornamentos típicos de finales del siglo XIX recordando las otras ciudades como San Francisco o Lisboa. 

Las modernas discotecas prosperan junto a las salas de baile de los años 30 - las "gafieiras" donde se bailan los ritmos tradicionales. El foró, contracción de la expresión inglesa "for all" (para todos), es uno de estos bailes especialmente popular en el noreste de Brasil. Cogemos el metro en la estación de Glória. Siete paradas más tarde bajamos en Estácio en cuyas cercanías se encuentra el sambódromo. El Carnaval es el acontecimineto del año. Además de sus fiestas y bailes en la calle, el Carnaval tiene su consagración en el colosal desfile de las escuelas de samba que se desarrolla en el sambódromo. El sambódromo con 70,000 localidades en forma de estadio, lo diseñó expresamente para este desfile el arquitecto Oscar Niemayer. Más de 20 mil bailarines hombres y mujeres se preparan durante todo el año para desfilar en un torbellino de trajes, sonidos y pasos de baile bajo la mirada de un público  .  Los tiempos de desfiles se han convertido en verdaderos ritos que requieren una meticulosa preparación igual a la de un musical de Broadway. A poco distancia del centro de Río, a medio camino entre los dos aeropuertos, se levantan los enormes pilares del puente de Niterói que comunican la "city" con el centro urbano de Niterói en la Bahía de Guanabara. En la zona norte de Río de Janeiro se encuentra el Palacio de San Cristóbal que en el siglo XIX fue utilizado por la familia real como residencia de campo. Hoy es la sede del Museo Nacional. Entorno al palacio se extiende un gran parque con anchas avenidas arboladas, parterres y estanques. Una de las atracciones del elegante barrio de Ipanema es el mercadillo de objetos artisanales conocido desde hace tiempo como Feria Hippie. Aquí la musica siempre está presente acompañando al turista de un tenderete al otro. Es aquí donde en los años 50 Tom Jobim compuso su famosa canción "La chica de Ipanema", haciendo popular la bossanova en todo el mundo. 

Dejamos la exclusiva playa de Ipanema y nos dirigimos hacia el interior. Recorremos la Avenida Borges de Medeiros que toca a la Laguna Rodrigo de FreitasEn la paralela calle de Jardim Botánico se encuentra la entrada al jardín botánico, paraíso tropical de Río. Trás las densas filas de rascacielos de Ipanema se abre la Laguna de Rodrigo de Freitas en cuyas orillas continúa la expansión urbanística de alto nivel. Dominan la laguna la  puntiaguda de Corcovado y una serie de montes menores. La combinación de montañas, escarpado perfil, blancas playas océanicas, selvas tropicales y rascacielos bajo un cielo azul es lo que hace de Río una ciudad de especial e irrepetible atractivo. Más allá de la laguna continuando hacia el interior se encuentra el Parque Nacional de Tijuca precedido por el Jardín Botánico. Creado a principios del siglo XIX el jardín botánico contiene un mostruartio de más de cinco mil especies vegetales procedientes de todo el mundo. La parte más espectacular es la de la entrada donde en 1842 se plantaron hileras de palmeras cuya altura hoy supera los 30 metros. Esta aglomeración de rascacielos no existía en los años 50 cuando Ipanema era sólo una gran playa con algunas casas al borde de la carretera. El crecimiento extraordinario de Copacabana empujó a los habitantes más exigentes a buscar espacios menos concurridos y una naturaleza todavía virgen. Evidentemente en los años 80 el problema se produjo y de este modo Río se ha vuelto a extender en dirección suroeste hacia Leblon y luego hacia San Conrado y Barra de Tijuca. Sin embargo Ipanema sigue siendo la playa con más clase de la ciudad así como el indiscutible centro de sus tiendas más elegantes y exclusivas. Río es la capital de las piedras preciosas trabajadas que dado el bajo coste de la mano de la obra local se pueden comprar a precios muy interesantes. Brasil es el máximo productor mundial de piedras preciosas de color. Así pues no se surprende encontrar aquí a dos de los mejores joyeros del mundo, Jules  y     cuyos escaparates y talleres se han convertido en verdaderas atracciones turísticas. En sus locales se puede ver trabajando a habilísimos artesanos que cortan y modelan elegantes joyas. En Ipanema nacen todas las modas de Brasil pero luego se propagan rápidamente por el resto del Sudamérica. A menudo un espectáculo o un grupo lanzado localmente consigue ponerse incluso fuera del continente y convertirse en un gran éxito en todo el mundo, como es el caso de Oba Oba. La samba es el ingrediente base de estos espectáculos que unen la fantasía de la indumentaria a la belleza de bailarines y bailarinas. Más allá de Leblon se extiende el nuevo centro de San Conrado con su exclusiva playa, sus selectos hoteles y sus lujosos condominios. Una parte de esta zona se ha mantenido tal como era en el pasado. Así se puede visitar la Villa Rizo, una típica plantación cuya residencia principal ofrece una cuidadísima reproducción de la vida de los siglos XVIII y XIX. En los salones de la hacienda se acumulan obras de arte y todo tipo de tesoros decorativos comprados con las ganancias del comercio con la caña de azúcar.

A medida que nos alejamos de Río vamos descubriendo playas vírgenes como la de Grumarí. Prainha es la playa preferida por los surfistas. La dimensión continental de Brasil hace percibir como ilimitados sus recursos naturales y paisajísticos. De hecho, en las pocas decenas de kilómetros que enmarcan una ciudad como Río todavía se puede encontrar tramos de costa virgen apenas tocados por el desarrollo turístico y urbanístico. Los espectáculos de Ipanema son parientes lejanos de los desfiles análogos en Paris o Hollywood pero con un mayor toque de desinhibición y sensualidad. Río late de día y de noche. Fulgurante y preciosa, sensual y dinámica, convertida en un mito consolidado del placer y la belleza. De este modo, más que por sus monumentos permanece en el recuerdo por sus perfumes, sus colores, sus sabores y por un último acorde de samba que ha quedado en el aire. 

FIN

(no copyright infringement intended)

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1 comment:

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